lunes, 14 de marzo de 2016

SUSTO

Existen sustos buenos, ¿sabías?
Sí, ese tipo de sustos
que te devuelven la vida.
Tú fuiste un susto bueno
en mi camino maltrecho.
Y el susto fue grande,
muy grande.
Tan grande que descolocaste
muchas cosas pero,
a la vez,
arreglaste otras.
¿Ese susto bueno es el amor?
¿Es la armonía que encontré
desde el instante en que
empecé a soñar con tu corazón?
¿Ese susto es la chispa que mi alma buscaba
por fuera de este mundo,
por fuera de la razón?
Fuiste un susto bueno,
pero no eres pasado, no.
Porque sigues siendo el mejor susto
que tengo por las mañanas,
y el susto más cálido,
que me abriga por las noches.





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