viernes, 20 de mayo de 2016

DICHA

Sigo pensando
y recordando
esa tarde.
En que tuve
la dicha
de probar tus labios.
Como dulce caramelo
te adueñaste
de mi boca,
y un murmullo
de deseos
se hizo eco
en mi alma.
Nunca olvidaré
el momento exacto,
en que perfumaste
el barro de mis ojos
y, con mucha calma,
te infiltraste
en mi sonrisa.
Y me alegra saber
que cada vez
que te veo,
que te toco,
que te siento,
esa emoción
se vuelve a hacer presente.
Esa sensación
de paz
me vuelve a invadir.
Y agradezco
cada vez
que miro tus ojos,
agradezco
cada vez
que siento tu piel.
Y te agradezco a ti,
mi amor,
los instantes,
los suspiros...
En pocas palabras,
el amor,
que me dedicas
día a día.




martes, 17 de mayo de 2016

ÍNFIMO
Hoy te vi.
Después de días, horas
y segundos.
Después de madrugadas
y desvelos matutinos.
Hoy te vi, caballero mío.
Con tu andar de elegancia
indiscutible,
con tu sonrisa pronta
para transformarse
en un beso.
Hoy te vi, con la mirada
triste por la espera,
pero con el corazón alegre
por el reencuentro.
Y tú me viste.
Corriendo desesperada a tus brazos,
deseando oler tu perfume,
dejando de lado, por un rato,
mis miedos,
y entregándote
todas mis virtudes.
Me viste.
Con ojos empañados de alegría,
saltando de júbilo
al ver tu figura serena.
Hoy nos vimos.
Con la misma pasión
del primer encuentro,
con la misma osadía
en cada caricia.
Hoy nos vimos
y prometimos volver a vernos,
cada noche,
en ese ínfimo segundo
entre que la luna cierra los ojos
y el sol abre los suyos.


MUCHO
Te extraño mucho.
Ya no sé cómo decirlo,
ya no sé cómo gritarlo.
Se lo cuento al viento
pero no te lleva el mensaje.
Se lo cuento a la lluvia
pero sólo se convierte en mis lágrimas.
Te extraño mucho.
Hay miles de sonrisas
que te quiero dedicar,
hay miles de suspiros
que debes escuchar.
Hay millones de besos
que te quiero dar.
Te extraño mucho.
Y te extraño más
cuando sé
que estás por llegar.
Porque la noche anterior
ya siento cosquillas
por todo el cuerpo.
Porque esa misma mañana
me despierto antes
de que suene el despertador.
Y recostada contra mi almohada,
sonrío,
recordando, reviviendo.
Te extraño mucho.
Tanto que cuando te veo
no quiero soltarme
de tu abrazo.
No puedo dejar de escuchar
tus latidos acelerados.
No puedo dejar de mirar
tus ojos iluminados.
Te extraño mucho, amor.
Te extraño.


sábado, 7 de mayo de 2016

ATRIBUTO

Mi mejor atributo es quererte. No es un juego planeado, tampoco una estrategia de seducción. Simplemente, es lo que hago inconscientemente. Quererte, así como creo que tú me quieres a mí. Soñarte sin límites, tanto con los ojos cerrados como abiertos.
Abrazar tu sombra, cuando no te encuentras a mi lado. Besar tu perfume antes de rendir mis ojos ante el sueño. Palpitar tus pensamientos, con una sintonía magnífica.
Mi mejor atributo es quererte. Quererte porque no tengo remedio. Porque tú y tu mente se dedicaron a desequilibrarme. Moverme el piso cuando no lo pretendo. Me rendí ante tus besos y, ahora, no puedo vivir sin ellos. No puedo ni quiero. 
No puedo ni quiero dejar de quererte, porque mi mejor atributo es quererte.




DE NUESTRO AMOR Y DESEO

Me pregunto por qué te quiero.
Pero debería preguntarme por qué no te quiero.
Es una pregunta difícil
que no sé contestar con palabras.
Si quieres, te lo explico con un beso,
de esos que sólo tú y yo conocemos.
Mis lágrimas en tu cuello
es ese abrazo inmenso.
La felicidad es parte de nuestro juego
imposible de seducción.
Tus ojos y los míos sonríen
cada vez que se cruzan.
Hay un beso en mis labios
esperando que lo pruebes.
Quiero que enloquezcas mis neuronas
de la misma forma que alborotas mi cabello.
Sentir esos escalofríos en la espalda
cada vez que tu mano toca mis labios.
Esperarte cada noche es un suplicio.
Tu sudor y el mío aún no tuvieron
el bello placer de conocerse.
No esperemos más
para que las cosas impostergables sucedan.
Hay un espacio finito entre tu boca y la mía.
Y hay un paraíso que, con nuestros besos,
le daremos aliento para que siga existiendo.




viernes, 6 de mayo de 2016

OLIMPO

Nuestros dedos se abrazan,
y el fuego graba
nuestros nombres en el cielo.
En el Olimpo los dioses
bendicen nuestros corazones rotos.
Cada minuto sagrado
es bañado por el rocío
que emanan nuestras almas.
Los ángeles, contentos,
sonríen ante el cariño.
Me sonrojo ante su presencia
y le ruego al miedo que se escape.
Me cuelo en tus pensamientos,
y en un susurro, inaudible
para el resto de las almas,
te hago conocer
mis más profundos sentimientos.
Te quiero.


BENDICIÓN

Me es difícil sonreír
ante tanta injusticia,
por parte de la gente hipócrita
que no sabe cómo vivir.
Cada lágrima que cae
en la cara de un niño indefenso,
nos debería obligar a pensar
lo poco que nos queremos.
El mundo no se rige
por lo que podemos comprar o tener,
deberíamos tener más en cuenta
lo que tenemos para dar.
Dar lo que poseemos
si realmente no lo precisamos.
Es un simple acto de humildad
que ensancha tu corazón de amor.
No es necesario hacerte ver
ante quienes, conociéndote, no te valoran.
Es mejor que te agradezcan quienes,
sin conocerte, bendicen tu alma de compasión.


martes, 3 de mayo de 2016

UNIÓN 

El síndrome de la hoja en blanco
me ataca frecuentemente.
Es una sensación extraña,
angustiante,
incoherente.
No consigo unir
mis pensamientos,
se mezclan entre ellos,
se hacen uno sólo,
pero son heterogéneos.
El síndrome de la hoja en blanco,
atormenta en ocasiones
mis noches.
El insomnio se encarga
de mantener
esos pensamientos trabajando.
Y como un martillo
golpean y golpean,
intentan salir, correr,
pero ellos no pueden,
y yo tampoco.
El síndrome de la hoja en blanco,
es como una limpieza a fondo.
Es agotar todos los recursos
para, al final,
no encontrar nada,
o muy poco,
pero nada de lo que busco.
Sólo para plantar raíces
de futuros árboles
que, supongo, serán
futuras hojas escritas,
futuras uniones de pensamientos.