sábado, 7 de mayo de 2016

DE NUESTRO AMOR Y DESEO

Me pregunto por qué te quiero.
Pero debería preguntarme por qué no te quiero.
Es una pregunta difícil
que no sé contestar con palabras.
Si quieres, te lo explico con un beso,
de esos que sólo tú y yo conocemos.
Mis lágrimas en tu cuello
es ese abrazo inmenso.
La felicidad es parte de nuestro juego
imposible de seducción.
Tus ojos y los míos sonríen
cada vez que se cruzan.
Hay un beso en mis labios
esperando que lo pruebes.
Quiero que enloquezcas mis neuronas
de la misma forma que alborotas mi cabello.
Sentir esos escalofríos en la espalda
cada vez que tu mano toca mis labios.
Esperarte cada noche es un suplicio.
Tu sudor y el mío aún no tuvieron
el bello placer de conocerse.
No esperemos más
para que las cosas impostergables sucedan.
Hay un espacio finito entre tu boca y la mía.
Y hay un paraíso que, con nuestros besos,
le daremos aliento para que siga existiendo.




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