viernes, 20 de mayo de 2016

DICHA

Sigo pensando
y recordando
esa tarde.
En que tuve
la dicha
de probar tus labios.
Como dulce caramelo
te adueñaste
de mi boca,
y un murmullo
de deseos
se hizo eco
en mi alma.
Nunca olvidaré
el momento exacto,
en que perfumaste
el barro de mis ojos
y, con mucha calma,
te infiltraste
en mi sonrisa.
Y me alegra saber
que cada vez
que te veo,
que te toco,
que te siento,
esa emoción
se vuelve a hacer presente.
Esa sensación
de paz
me vuelve a invadir.
Y agradezco
cada vez
que miro tus ojos,
agradezco
cada vez
que siento tu piel.
Y te agradezco a ti,
mi amor,
los instantes,
los suspiros...
En pocas palabras,
el amor,
que me dedicas
día a día.




No hay comentarios:

Publicar un comentario