lunes, 13 de abril de 2015

Ven conmigo 
Ven conmigo. Te mostraré algo.
Te llevaré a un lugar hermoso.
Te iluminaré el corazón.
No tengas miedo, porque vas a tropezar con muchas piedras. Piedras inofensivas que no son de mucho peligro, pero también te cruzarás con piedras rocosas y filosas. Son las que más duelen. Y duele mucho. Demasiado, te diría yo. Pero vas a sobrevivir.
El dolor te querrá perseguir, pero tú puedes darle la espalda. Sólo sonríe verdaderamente, y lo mantendrás alejado de ti.
Con cuidado. Con mucho cuidado, porque lo que hiere al corazón lo hiere de veras y lo envuelve en la tristeza.
Tu principal cometido es que ese corazoncito no sufra demasiado.
Lo que menos quiere un corazón es estar cansado. Y, a veces, un corazón cansado no mide las consecuencias.
Sigamos camino tú y yo. Sin prisa, pero sin pausa, que quiero que conozcas algo...

Joanna M.

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