Ojalá sufras y me extrañes, y por las noches ruegues a gritos por mis besos y mis caricias.
Ojalá te mate el remordimiento de todo el mal que me hiciste, y por todas las lágrimas que derramé por tu maldita culpa.
Ojalá, algún día, si nos volvemos a ver, sea tanto el dolor de verme feliz sin ti, que tendrás que pedirme perdón por las noches que soñaste conmigo sin mi permiso.
Joanna M.
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