miércoles, 13 de abril de 2016


Hay sueños que cuesta mucho cumplirlos. Se necesita de mucho esfuerzo, a pesar del gran dolor que hay en el camino. Piedras que rompen los zapatos, y que llegan a romper la piel.
Pero, ¿no son de esas heridas de las que tenemos que aprender? ¿No son esas lágrimas las que limpian el espíritu, las que nos ayudan a ser mejores?
Hay algo que todavía el ser humano no comprende. El dolor es parte de nosotros. Nacemos con dolor y, generalmente, dejamos este mundo con dolor. Lo que debemos aprender es a sobrellevar ese dolor.
No es fácil, pero tampoco es difícil.
Con la ayuda de la gente que nos quiere, con amor por parte de nuestros seres más queridos, todo se puede lograr.
Piensa, amigo.
La vida es corta y el camino hermoso para quienes tenemos la valentía de recorrerlo. Y todo lo que te rodea está para que lo disfrutes. No malgastes tu tiempo en guardar rencores ni malos momentos.
Piensa, sueña, vive y sonríe.
Lo que más llena tu espíritu de felicidad, es una hermosa sonrisa en tu rostro.


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