viernes, 16 de diciembre de 2016

PIEL Y ESPÍRITU

Volviste. Por fin volviste.
Mis piernas no responden,
creo que dejé de respirar.
No puedo creer que estés aquí.
Perdí la cuenta de los días
que extrañé tu piel.
Perdí la cuenta de los minutos
que añoré tu ser.

Volviste.
Por fin te tengo frente a mí.
No es un espejismo, no.
No es un sueño de esos
que me visitaba cada noche.
Eres tú, carne y hueso. Alma y cuerpo.
Piel y espíritu.

Volviste.
¿Qué esperas para abrazarme?
No demores más, te lo imploro.
Hay mucho sufrimiento acumulado aquí,
en el fondo del pecho.
Frío, frío y sudor frío corren por mi espalda.
Necesito tus manos tibias
para revivir mis caderas dormidas.

Por fin estoy entre tus brazos,
y al mundo se le escapa una sonrisa
al saber que estás de nuevo conmigo.
Volvió esa luz incandescente
que nos hace tan especiales.
Volviste al fin.
Por fin, ya estás aquí.




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