domingo, 17 de julio de 2016

RUMOR

Tengo algo que decirte,
con la mano en el pecho
y con la frente en alto.
Quería esconder ese rumor en mí,
olvidarlo,
enterrarlo.
No era propicio para mí.
No era mi momento.
Pero te lo tengo que decir.
En realidad,
te lo digo todos los días.
Por la mañana
cuando despierto,
por la tarde
cuando tomo un té y te recuerdo,
por la noche
cuando la almohada oye mis lamentos.

Tengo algo que decirte.
Algo que no sé si será bueno.
No sé si te lo tomarás en serio.

Te quiero.
Sí, te quiero.
Como el primer día,
como la primera tarde.
Como en la primer caminata
tomados de la mano.
Te quiero.
Me gustas,
como me gusta caminar
por la orilla en el invierno.
Como me gusta observar tu sonrisa
mientras me miras.
Como me gusta sentir tus manos
en mi rostro cuando me besas.

Pero, hay algo más.
Un pequeño detalle adicional.
Sonará apresurado,
incoherente.
Pero al fin y al cabo es la verdad.
Te amo.
Sí, te amo.
Como amo las gotas de lluvia
corriendo por mi cara,
como amo la dulzura
del aroma de la níspola.
Como amo
tus besos atrevidos
que no olvido y que tanto deseo.

Te quiero.
Te amo.

Podrás decir lo que quieras,
podrás echarme al olvido,
podrás borrar mi presencia.
Pero no podré dejar de decirlo.




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