domingo, 17 de julio de 2016

MAYO

Eres, 
el principio sin final
de esta historia
impredecible.
La sana locura
que se adueña
de mis neuronas.

Eres,
el suspiro de las olas
en mis noches de insomnio,
el abrazo del otoño
en el árbol de mi corazón.

Eres,
el diamante,
aquel perdido
en el fondo del recuerdo.
Las ráfagas de sueño
en mis brazos vacíos.

Eres,
eso que
trajo la marea
un mediodía de mayo.
Manos tibias
que curaron
toda mi alma rota.

Eres,
las notas de una melodía inédita,
los versos escondidos
en un baúl mojado,
las sonrisas de mis madrugadas
y la emoción de mis silencios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario