lunes, 4 de mayo de 2015

uenan campanas en el río
mientras el horizonte clarea.
Sentada en la tierra,
pies descalzos, alma en vuelo.

Los pájaros cantan alegremente,
al ver como las nubes se van disipando.
Entretanto, el rocío mañanero
moja mis manos de esperanza.

Sueños rotos vuelan sin rumbo
en el lejano horizonte de tus ojos.
Siento entre tus manos un largo vacío
que no me animo a romper con simples palabras.

Te abrazo con una fugaz mirada.
Logro reconocer tus miedos en el silencio.
Comienza a caer la lluvia con esmero,
y aprovecho el momento para darte un beso.

Infinito fue el momento en que el sol
iluminó nuestros labios.
Te entregué por completo mis secretos.
Llévalos contigo, por favor, y guárdalos hasta donde quieras.

Joanna M.

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